1. Consume menos sal.
Está demostrado que el consumo de sal se relaciona con complicaciones cardiovasculares, tales como hipertensión arterial, infarto de miocardio e ictus. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos consuman menos de 2 g/día de sodio (5 g/día de sal).
2. Aumenta el consumo de frutas, verduras y legumbres.
Los vegetales son ricos en vitaminas y minerales, los cuales son necesarios para el correcto funcionamiento del metabolismo. El déficit de vitaminas y minerales favorece la aparición de diferentes enfermedades, incluyendo las cardiovasculares.
3. Aumenta el consumo de frutos secos y pescado azul.
Los frutos secos y el pescado azul son ricos en ácidos grasos omega-3, los cuales tienen efectos antioxidantes y regulan los niveles de las grasas de la sangre, con lo que previenen las enfermedades cardiovasculares.
4. Reduce el consumo de grasas saturadas.
Las carnes grasas, el aceite de coco y el de palma, y los alimentos procesados, así como los dulces y las bebidas azucaradas, aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular.
5. Pierde grasa corporal.
Está demostrado que el sobrepeso y la obesidad se relacionan con hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia y enfermedad cardiovascular. Se recomienda seguir una dieta que permita mantener un peso corporal adecuado a la estatura. Es importante reducir la grasa abdominal, que es la que más se relaciona con las complicaciones cardiovasculares.
6. Controla el estrés.
Debes buscar fórmulas para reducir el estrés y el nerviosismo. Los episodios agudos de estrés, como son los disgustos y enfados intensos, pueden producir complicaciones cardiovasculares agudas, como infarto de miocardio. Por otro lado, el estrés psicológico crónico favorece la hipertensión arterial y la enfermedad arterial. La meditación, el yoga y los tratamientos psicológicos ayudan a controlar del estrés.
7. Evita el tabaco.
Se sabe que las personas que fuman tienen riesgo de diversas enfermedades, sobre todo infarto de miocardio, ictus, bronquitis crónica y cáncer. No debes fumar nunca y, si eres fumador, debes abandonar el tabaco lo antes posible.
8. Evita las bebidas alcohólicas.
El consumo de alcohol se relaciona con hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular y cáncer. Como máximo, puedes beber una copa de vino o una cerveza al día. Mayores cantidades de alcohol favorecen diferentes enfermedades.
9. Practica ejercicio físico.
Se recomienda practicar ejercicio físico con asiduidad, a ser posible todos los días. Basta con hacer ejercicio ligero media hora tres días a la semana, pero es preferible dedicar una hora al día. En las personas mayores es suficiente con caminar a diario, pero los más jóvenes deben practicar un ejercicio ligero o moderado, como carrera, ciclismo o natación.
10. Duerme 7 – 8 horas al día.
Se recomienda dormir 7 – 8 horas diarias, ni más ni menos. Dormir menos de 6 horas o más de 9 horas al día es perjudicial para la salud. Lleva una vida reglada, con horarios fijos para el trabajo, las comidas y las horas de descanso y de sueño. Si te cuesta dormir, ayúdate de métodos naturales y evita los medicamentos.