Ablación en la fibrilación auricular

Ablación en la fibrilación auricular

Tratamientos

La ablación en la fibrilación auricular es un método terapéutico efectivo y cada vez más utilizado. La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente y es causa de importantes complicaciones, principalmente insuficiencia cardíaca e ictus (embolismo cerebral).

La fibrilación auricular puede producirse a consecuencia de casi cualquier cardiopatía, como complicación de cirugías o por efecto de medicamentos o drogas. En muchas ocasiones por causa desconocida. Es más frecuente en personas de mayor edad. Se han definido varios tipos, según su presentación. Básicamente son: la fibrilación auricular paroxística (la que dura 7 días o menos), la fibrilación auricular persistente (la que dura más de 7 días) y la fibrilación auricular permanente (la que se considera ya como no reversible).

La fibrilación auricular puede ser causa de depresión de la contractilidad cardíaca, cuando cursa con frecuencia ventricular elevada. La incidencia de insuficiencia cardíaca es mayor en personas con fibrilación auricular que en individuos con ritmo sinusal (normal). La fibrilación auricular puede provocar embolismos y es una de las causas más importantes de ictus.

A pesar de ello, no está demostrado que revirtiendo la fibrilación auricular al ritmo normal se consiga reducir la incidencia de estas complicaciones. Sin embargo, muchos pacientes refieren síntomas derivados de la fibrilación auricular a pesar del correcto tratamiento antiarrítmico. Por ello se ha intentado introducir nuevos métodos terapéuticos, entre los que destaca la ablación.

 

La ablación en la fibrilación auricular

La ablación en el tratamiento de la fibrilación auricular persigue desconectar los potenciales eléctricos que se producen el la pared de las venas pulmonares de la pared de la aurícula izquierda. Para ello, se introduce un catéter, se localiza la desembocadura de las venas pulmonares y se aplica una energía, Clásicamente se ha hecho por medio de ondas de radiofrecuencia, en una zona circular alrededor del orificio. Más recientemente se empezó a realizar ablación con crioenergía, que parece ser más efectiva. A pesar de todo, la ablación solo consigue la prevención de la fibrilación auricular en el 70% de los pacientes, pero se puede repetir, consiguiéndose entonces una efectividad mayor.

El fallo de la ablación puede deberse a varias causas. En ocasiones el aislamiento de las venas pulmonares no es completo, aunque inicialmente no se detecte el potencial eléctrico de las venas pulmonares en la pared auricular, pudiendo volver a conducirse por la zona que no fue totalmente bloqueada. Otras veces se descubre que los potenciales que están desencadenando la fibrilación auricular provienen de las venas cava, el seno coronario, la vena de Marshall, las orejuelas auriculares, el septum interauricular o de otros puntos de la pared auricular.

En estos casos puede aplicarse la ablación también en dichos focos. El remodelado estructural y/o eléctrico de la pared de las aurículas también es causa de recidiva de la fibrilación auricular. Por ello, la presencia de una cardiopatía importante, sobre todo si presenta dilatación auricular, reduce la probabilidad de éxito.

 

Tratamiento con fármacos antiarrítmicos

El tratamiento de la fibrilación auricular con fármacos antiarritmicos consigue el control de la arritmia en un 60% de los casos, pero conlleva el riesgo de efectos secundarios. Por ello, la ablación se ha ido extendiendo y se espera que sus indicaciones se amplíen en el futuro. Aunque la ablación no reduce claramente la incidencia de complicaciones derivadas de la fibrilación auricular, permite aliviar los síntomas y, en caso de depresión de la contractilidad, consigue que se normalice la función ventricular y mejore la insuficiencia cardíaca.

 

Indicaciones de la ablación en la fibrilación auricular

La ablación está principalmente indicada en personas menores de 70 años, con fibrilación auricular paroxística, sin cardiopatía estructural significativa, que presentan síntomas a pesar de un correcto tratamiento antiarrítmico. La ablación está contraindicada en pacientes que no pueden tomar anticoagulantes (indicados durante los 3 meses que siguen a la ablación), los que presentan trombo en las aurículas, los que tienen valvulopatía mitral severa o prótesis mitral, los que padecen hipertensión pulmonar severa y los que han tenido ictus o están diagnosticados de enfermedad pulmonar significativa o apnea del sueño. Son malos candidatos las personas mayores de 70 años, que tienen pocos síntomas y presentan cardiopatía, sobre todo con aurícula izquierda dilata (más de 50 mm de diámetro).

 

Conclusión

En conclusión, la ablación es un método efectivo en el tratamiento de la fibrilación auricular. Si se tienen en cuenta sus indicaciones, es muy útil para el control de algunos pacientes con fibrilación auricular que no responden al tratamiento antiarrítmico. La ablación es efectiva en algo más del 70% de los pacientes con fibrilación auricular paroxística y en algo más del 50% de la persistente. Sin embargo, no está exenta de riesgos y puede provocar complicaciones tales como la fístula entre la aurícula izquierda y el esófago, perforaciones cardiovasculares y el desencadenamiento de otras arritmias. A pesar de todo, las complicaciones graves son muy raras y la ablación es más efectiva que los fármacos antiarrítmicos, por lo que es una importante opción terapéutica en casos indicados de fibrilación auricular.