Mantener una vida saludable es un tema crucial para la prevención de las enfermedades cardiovasculares. No se conoce con seguridad qué hay que hacer para alargar la vida de tu corazón con total certeza. Pero, para ello, se han sugerido algunas estrategias que pueden ayudar a proteger tu corazón:
NO fumar: está demostrado que los productos del tabaco dañan las arterias y llegan a obstruirlas; la oclusión de las arterias del corazón (arterias coronarias) da lugar a angina de pecho e infarto de miocardio; se ha observado que dejar de fumar reduce el riesgo de enfermedades cardíacas; algunos estudios han mostrado que los beneficios comienzan a aparecer desde los primeros momentos del abandono del tabaco. Después de un año sin fumar, el riesgo de enfermedad coronaria disminuye a la mitad en comparación con la de los fumadores.
Seguir una dieta saludable: se recomienda una alimentación sana, rica en frutas, verduras, legumbres, productos integrales, proteínas sin grasas, pescado y aceites saludables (sobre todo de oliva); hay que evitar el consumo de sal, grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados.
Practicar ejercicio físico: es aconsejable realizar, al menos, de 30 a 60 minutos de actividad física al día, ya que se ha comprobado que esto reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares; la actividad física ayuda a controlar el peso y disminuye las probabilidades de padecer afecciones tales como hipertensión arterial, hipercolesterolemia y diabetes; cualquier actividad física es mejor que no hacer nada.
Mantener un peso corporal adecuado: el sobrepeso y la obesidad son importantes factores de riesgo cardiovascular; el incremento en la incidencia de obesidad en la población ha sido uno de los motivos del aumento de las enfermedades cardiovasculares; por ello, es importante adelgazar y mantener un peso corporal adecuado; se recomienda reducir la ingesta de calorías y hacer ejercicio físico a diario para lograr y mantener un peso corporal saludable.
Evitar el alcohol: estudios observacionales han demostrado un menor riesgo de enfermedad coronaria e infarto de miocardio entre los bebedores moderados en comparación con los abstemios; sin embargo, en otros estudios se ha observado que el consumo de cantidades ligeras a moderadas de alcohol aumentan del riesgo cardiovascular y la mortalidad por todas las causas; es difícil dar recomendaciones sobre el consumo ligero-moderado de alcohol, pero es preferible evitarlo porque también es un riesgo para desarrollar otras enfermedades, sobre todo cáncer; lo que sí está demostrado es que consumir niveles altos de bebidas alcohólicas es negativo para la salud cardiovascular y general.
Reducir el estrés psicológico: tanto el estrés crónico como el agudo pueden conducir a la aparición de enfermedades del corazón; el estrés agudo (por crisis de ansiedad, reacciones agresivas o grandes disgustos) puede conducir a arritmias, infarto y el denominado síndrome de Tako-Tsubo; por otro lado, es sabido que el estrés crónico (generalmente relacionado con el trabajo) conduce a la aparición de ateromatosis y sus consecuencias (sobre todo infarto de miocardio e ictus); por ello, se recomienda la práctica de técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o el mismo ejercicio físico, para reducir el estrés.
Dormir suficientemente: la falta de sueño puede afectar la salud cardiovascular; el sueño es necesario para recuperar la actividad del metabolismo y el funcionamiento celular; se recomienda dormir, al menos, 7-8 horas al día, preferiblemente por la noche.
Controlar los demás factores de riesgo cardiovascular: es importante mantener la presión arterial dentro de límites normales (130/80 mm Hg o menos); los pacientes diabéticos deben tener un estricto control de la enfermedad; igualmente, las personas con hipercolesterolemia deben seguir una dieta adecuada y tomar medicación si es necesario.
Evitar la exposición a la contaminación del aire ambiental: la contaminación aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares; es bueno alejarse de las ciudades contaminadas y acercarse al mar o el monte; asimismo, debe evitarse la exposición a temperaturas extremas, muy calurosas o muy frías.
En conclusión, el estricto seguimiento de los consejos de prevención cardiovascular van a conseguir alargar la vida de tu corazón.