Un estudio publicado en European Heart Journal en marzo de 2022 valoró la relación entre la concentración de sodio en el suero y el riesgo de insuficiencia cardiaca. Este estudio concluyó que el sodio sérico por encima de 142 mmol/L en edades medias de la vida es un factor de riesgo para hipertrofia del ventrículo izquierdo e insuficiencia cardiaca. Por ello, es importante beber suficiente agua para prevenir esto. Mantener una buena hidratación a lo largo de la vida puede ralentizar el deterioro de la función cardíaca.
Algunos estudios han mostrado que la deshidratación crónica puede producir fibrosis en el corazón. La concentración de sodio en el suero se relaciona con el volumen de agua en la sangre. Por ello, se puede utilizar para valorar el grado de hidratación de una persona. Eso fue lo que se hizo en el citado estudio y se determinó como punto de corte una concentración de sodio de 142 mmol/L. Es necesario, por lo tanto, beber suficiente agua para conseguir una concentración de sodio inferior a 142 mmol/L. Sin embargo, tampoco debemos excedernos, pues entonces la concentración de sodio puede ser baja (inferior a 135 mmol/L), lo que también es peligroso.
Resultados
Se analizaron los datos del estudio «Atherosclerosis Risk in Communities». Los participantes tenían una edad de 45 a 66 años, y fueron seguidos durante 25 años. Se seleccionaron los individuos sin alteración del balance hídrico: sodio sérico dentro del rango normal (135–146 mmol/L), no diabéticos, no obesos y libres de insuficiencia cardiaca al inicio del estudio. En total, se incluyeron 11.814 personas.
El riesgo de insuficiencia cardíaca aumentó en un 39 % si el sodio sérico excedía los 143 mmol/L, lo que corresponde a un déficit de agua del 1 % del peso corporal. Se realizó un análisis retrospectivo de casos y controles en los asistentes a la visita 5. En total fueron 4.961 personas, con edades de 70 a 90 años. En ellos, el sodio sérico de 142,5–143 mmol/L se asoció con un aumento del 62 % en las probabilidades de hipertrofia ventricular izquierda. En el grupo total, el sodio sérico por encima de 143 mmol/L se asoció con un aumento del 107 % en las probabilidades de hipertrofia ventricular izquierda. También se asoció con un aumento del 54 % en las probabilidades de insuficiencia cardiaca.
Comentario
La hipótesis del estudio comentado surgió a raíz de un estudio previo hecho en ratones. Los animales fueron sometidos a una restricción crónica leve de agua, la cual elevó la concentración sérica de sodio en 5 mmol/L. La restricción de agua duró desde varias semanas hasta toda la vida. Esto promovió cambios asociados con los riesgos cardiovasculares. Aumentaron los marcadores de coagulación e inflamación, la activación de células endoteliales y se aceleró la aterosclerosis. La restricción de agua acortó la vida útil de los ratones en 6 meses (20%). El examen de los corazones de los ratones reveló un aumento de la fibrosis cardíaca.
El rango normal de sodio sérico, definido como el intervalo en el que se encuentra el 95% de una población sana de referencia, se encuentra entre 135 y 146 mmol/L. Hay dos mecanismos que mantienen el sodio sérico en este rango en el sujeto sano: la ingesta de agua y la acción de ciertas hormonas. En personas sanas, la deshidratación se refleja en un aumento de la concentración sérica de sodio. Esto podría dar lugar a cambios hormonales que conduzcan a inflamación, lesiones arteriales y fibrosis cardiaca.
El estudio comentado al principio del presente artículo viene a apoyar esta hipótesis. Es decir, la deshidratación crónica puede conducir a cambios negativos en el organismo. Estos cambios serían los responsables del aumento en la incidencia de hipertrofia del ventrículo izquierdo y de insuficiencia cardiaca. La concentración del sodio en suero puede servir para diagnosticar el grado de hidratación.
Conclusión
El sodio sérico por encima de 142 mmol/L en personas de edad media (45 a 66 años) es un factor de riesgo para el desarrollo de hipertrofia del ventrículo izquierdo y de insuficiencia cardiaca. Mantener una buena hidratación a lo largo de la vida puede ralentizar el deterioro de la función cardíaca y disminuir la prevalencia de insuficiencia cardíaca. Por ello, es importante beber suficiente agua.
Middle age serum sodium levels in the upper part of normal range and risk of heart failure
