muerte cardiaca súbita en niños

¿Cómo prevenir la muerte cardiaca súbita en niños?

Cardiopatías

La muerte cardiaca súbita en niños y jóvenes es un acontecimiento trágico. La autopsia estándar a menudo no tiene éxito en la determinación de las causas de la muerte. En más del 50% de los casos el estudio toxicológico es negativo y el corazón es estructural e histológicamente normal.

Hay varias condiciones difíciles de descubrir en la autopsia que pueden causar muerte cardiaca súbita. Las enfermedades cardiacas hereditarias, tales como canalopatías y algunas miocardiopatías son causas posibles de tales casos de muertes súbita con autopsia negativa y pueden explicar un número significativo de estos eventos.

Algunos niños presentan mareos o síncope antes del episodio de muerte súbita, pero la parada cardíaca puede ser la primera manifestación clínica en sujetos aparentemente sanos. El estudio de los niños con síntomas puede permitir evitar el desenlace fatal.

El inconveniente está en que muchos de los niños que sufren muerte súbita están previamente sanos y no refieren síntomas. Descubrir a estos niños antes del episodio mortal es un reto para la ciencia médica.

Algunos tienen antecedentes familiares de muerte súbita o cardiopatías, lo que puede dar pie a iniciar el estudio del niño. Sin embargo, otros no tienen antecedentes familiares conocidos, incluso aunque la causa de la muerte sea una patología hereditaria.

 

¿Por qué hacer un cribado?

Muchas de las causas de muerte cardiaca súbita en niños no se manifiestan hasta que ocurre el desenlace fatal. Clásicamente se ha esperado a que aparezca algún síntoma o signo de una enfermedad para iniciar el estudio. Sin embargo, esto no es suficiente. Por ello, es necesario desarrollar un sistema de detección precoz de las enfermedades que pueden llevar a la muerte cardiaca súbita.

Para prevenir la muerte cardiaca súbita es necesario detectar precozmente la enfermedad predisponente, para así poder tomar las correspondientes medidas. Hace años no se disponía de muchos recursos terapéuticos para prevenir la muerte cardiaca súbita. Dado esto y la baja probabilidad de sufrirla, podía justificarse el no aplicar medidas diagnósticas en la población general.

Sin embargo, actualmente se dispone de muchos métodos preventivos y terapéuticos que permiten reducir significativamente el riesgo de muerte de una cardiopatía. Por lo tanto, aunque el riesgo de muerte cardiaca súbita en la población general sigue siendo bajo, el evento es tan importante que hay una tendencia cada vez mayor a buscar la forma de detectar las enfermedades causantes.

 

¿Por qué hacer cribado en niños?

La muerte súbita en recién nacidos y lactantes es bien conocida y en muchos casos su causa no se descubre. Es posible que algunos casos sean causados por anomalías en la electricidad del corazón, que no se pueden demostrar una vez el individuo ha fallecido. En otros casos estos niños mueren a consecuencia de una cardiopatía congénita severa.

Desde hace ya bastantes años se ha venido discutiendo sobre la necesidad de realizar estudios en deportistas antes de iniciar los entrenamientos y la competición. En este sentido hay cada vez más acuerdo en que los deportistas deben ser sometidos a valoraciones periódicas. Sin embargo, esto no se recomienda a todos los niños, a pesar de que la mayoría de ellos realizan ejercicios, a veces intensos, en su vida diaria, independientemente de si practican un deporte o no.

Cuando los niños juegan, realizan esfuerzos, a veces importantes, e incluso compiten entre ellos, por lo que pueden considerarse verdaderos deportistas. Entonces, ¿por qué no aplicar las mismas medidas preventivas en ellos? ¿Deberíamos hacerles valoraciones periódicas?

La muerte cardiaca súbita en los niños suele ocurrir de forma inesperada, sin síntomas premonitorios. La cardiopatía que la produce suele pasar desapercibida hasta el evento mortal. En más del 50% de los casos, el niño era considerado normal, sin enfermedad de importancia. La muerte cardiaca súbita en niños y jóvenes suele ser causada por miocardiopatías y alteraciones en la electricidad del corazón. Menos frecuentes son las anomalías coronarias, las cardiopatías congénitas y las infecciones del corazón.

 

¿Cómo hacer el cribado?

Clásicamente, la valoración del riesgo de muerte cardiaca súbita se hacía basándose en la historia clínica (en la que se incluyen los antecedentes familiares y personales, y los síntomas) y la exploración física. Sin embargo, múltiples estudios han demostrado que esto no es suficiente. La adición de un electrocardiograma a la valoración ha permitido detectar anomalías cardiacas que predisponen a la muerte súbita, por lo que en muchos lugares del mundo se incluye en el screening.

El electrocardiograma de forma aislada no permite detectar todas las anomalías cardiacas que predisponen a la muerte súbita, pero permite descubrir o hacer sospechar muchas de ellas. Diferentes estudios realizados en distintos países han mostrado que el electrocardiograma es útil para detectar muchas cardiopatías y prevenir la muerte cardiaca súbita, tanto en la población general como en deportistas. Sin embargo, no se ha realizado un gran estudio que lo compare con el uso de solo la historia y la exploración física, debido a que se requeriría la inclusión de un gran número de participantes, dada la baja incidencia de la muerte súbita.

 

¿Quién debe ser valorado?

Está aceptado de forma generalizada que todos los deportistas deben ser valorados periódicamente para intentar prevenir la muerte cardiaca súbita. La mayoría de autores considera necesario incluir un electrocardiograma en esta valoración. Si se aprecia alguna anomalía significativa, debe ampliarse el estudio con otras pruebas. Lo que no esta tan aceptado es realizar la valoración a todos los niños, aunque en algunos lugares ya se está recomendando, no solo mediante la historia clínica y la exploración física, sino también incluyendo un electrocardiograma.

Dado que la muerte cardiaca súbita puede ocurrir a cualquier edad, algunos autores recomiendan realizar la valoración en neonatos y en niños a edades de estudios primarios, en secundaria y bachiller. Hay que tener en cuenta que se puede producir muerte súbita en neonatos y que los niños van a realizar ejercicios, a veces intensos, durante su educación escolar.

En la mayoría de los centros médicos del mundo no se realiza una valoración reglada del riesgo de muerte cardiaca súbita en niños no deportistas, sino que se deja a la sospecha según la historia y la exploración física. Además, las sociedades científicas no han publicado recomendaciones estrictas al respecto. Sin embargo, cada vez son más las voces que sugieren que estas valoraciones se deberían aplicar a todos los niños, y que deberían incluir un electrocardiograma. Según las mismas, puede ser útil la realización de un electrocardiograma a los neonatos y a todos los niños, deportistas o no, en primaria, secundaria y bachiller.