Muchas personas obesas han probado diferentes tipos de dietas para adelgazar, algunas consideradas como dietas milagrosas. En la mayoría de los casos, consiguen su objetivo inicialmente y pierden peso, pero frecuentemente vuelven a recuperarlo poco después.
Las personas más obesas rara vez consiguen llegar a su peso ideal, pero muchas logran bajar de peso significativamente cuando siguen una dieta estricta. Sin embargo, lo más difícil es mantenerse y no perder lo conseguido.
Por lo dicho, está claro que el problema no está en la dificultad de bajar de peso, sino en mantenerlo posteriormente. La mayoría de los que consiguen adelgazar ceden en su persistencia y dejan las recomendaciones dietéticas, por lo que vuelven a ganar peso, incluso más del que tenían antes de iniciar la dieta.
Por lo tanto, es evidente que lo más importante no es el tipo de dieta que se siga, sino la voluntad de la persona en mantener el tipo de alimentación que le ha permitido bajar de peso. Eres tú mismo el responsable de lograr el objetivo final, que no es otro sino conseguir adelgazar y mantenerse así para siempre.
Dietas milagrosas
No existen las dietas milagrosas, como algunos pretenden hacernos creer para vender sus productos. Prácticamente todas las dietas que se han propuesto para adelgazar son efectivas, al menos en parte. Con todas se consigue perder peso.
Las recomendaciones de las dietas varían de unas a otras. Básicamente, unas restringen los hidratos de carbono y otras las grasas. Con ambos tipos de dietas se consigue adelgazar, pues, al fin y al cabo, todas reducen la cantidad de calorías que se ingieren.
Un ejemplo es la dieta Arkins, la cual restringe el consumo de hidratos de carbono y permite la ingesta de grasas. Otra es la dieta Zone, la cual permite el consumo de hidratos de carbono, pero limita la ingesta de grasas. Las dos reducen la cantidad total de calorías que se ingieren, por lo que ambas consiguen el objetivo de hacer perder peso.
Sin embargo, diversos estudios realizados con estas dietas demuestran que la mayoría de las personas que las han seguido vuelven a recuperar el peso perdido inicialmente. Por lo tanto, la insistencia en mantener las recomendaciones dietéticas es más relevante que el tipo de dieta que se haya seguido.
Únicamente un pequeño porcentaje de las personas que consiguen adelgazar mantienen el peso alcanzado durante mucho tiempo, lo que es debido a que han continuado con la misma alimentación que les permitió la pérdida de peso inicial. Por lo tanto, perder peso y mantenerlo en el futuro es posible y solo depende de ti.
Recomendaciones dietéticas
Como se ha dicho, la solución al problema del sobrepeso y la obesidad depende, fundamentalmente, del propio individuo. Sin embargo, las recomendaciones dietéticas también son importantes, pues no es bueno seguir dietas sin una base científica.
Para adelgazar podemos disminuir o eliminar uno o varios de los nutrientes (hidratos de carbono, grasas o proteínas), con lo cual conseguiremos el objetivo, pero puede hacerse a costa de un riesgo para la salud, pues los diferentes tipos de nutrientes son necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
Las dietas para adelgazar deben ser equilibradas y contener todos los nutrientes obligatorios para nuestro cuerpo. Lo único que se debe hacer es reducir la cantidad total de calorías y restringir los alimentos menos saludables. Por ello, es importante que conozcas las propiedades de los alimentos, para que puedas seguir una dieta eficaz y sin riesgos.
El motivo principal de que las dietas de adelgazamiento no sean efectivas en el tiempo es que suele ser bastante difícil mantenerlas. Muchas veces son monótonas, mientras que en otros casos se basan en recetas poco agradables. Por ello, seguir una de estas dietas supone un cierto sufrimiento para la persona. De ahí que, después del esfuerzo inicial, sea tan difícil continuar con ellas.
En conclusión, la recomendaciones para conseguir adelgazar y mantenerte en el tiempo son: aprender las propiedades de los alimentos, conocer las comidas saludables, tener recetas para hacer una alimentación variada y placentera, implicarte en tu alimentación y persistir en el tiempo y no dejarte vencer por las tentaciones.