El ecocardiograma de estrés es una prueba diagnóstica que utiliza ultrasonidos para obtener una imagen del corazón en movimiento mientras el paciente realiza un esfuerzo o se le administra un fármaco por vía intravenosa para provocar un estrés cardiaco. Permite comprobar la contractilidad de la pared del corazón en reposo y tras el estrés.
¿Para qué se utiliza?:
Se emplea para diagnosticar o valorar la cardiopatía isquémica. Permite ver si se producen alteraciones de la contractilidad del miocardio tras la aplicación de un estrés (después de realizar un ejercicio físico o de administrar un fármaco específico). La aparición de anomalías en la contractilidad de la pared del ventrículo izquierdo al aplicar el estrés, puede ser debida a disminución del riego sanguíneo del miocardio y sugiere la existencia de enfermedad coronaria.
¿Cómo se realiza?:
El cardiólogo indicará al paciente las medidas a tomar antes de realizarse el ecocardiograma de estrés. En algunos casos, se requerirá que suspenda alguno de los medicamentos que recibe. Si se trata de un ecocardiograma de esfuerzo, se le realizará primero una prueba de esfuerzo e, inmediatamente tras la misma, se le tumbará en una camilla y se le hará el ecocardiograma. En caso de que el estrés se induzca con un fármaco intravenoso, el paciente deberá tumbarse en la camilla desde el principio.
Con el paciente tumbado en la camilla, se le aplica una pasta sobre el pecho y se coloca sobre ella un pequeño transductor que sirve para transmitir la imagen del corazón al ecocardiógrafo. Esta imagen se observa en una pantalla de ordenador. El operador deslizará el transductor sobre el pecho, ejerciendo una ligera presión, para poder visualizar el corazón desde diferentes proyecciones. Durante la mayor parte del estudio, el paciente deberá permanecer inmóvil.
¿Cuáles son sus beneficios y riesgos?:
El ecocardiograma de estrés permite diagnosticar la disminución del riego sanguíneo miocárdico y, por lo tanto, la enfermedad coronaria. Se recomienda que se realice un ecocardiograma de estrés a aquellas personas con síntomas que hacen sospechar la presencia de enfermedad coronaria, principalmente dolor torácico, en las que no se puede realizar otro tipo de prueba más sencilla, como una prueba de esfuerzo convencional, o ésta puede mostrar un resultado incierto. Así mismo, también se realiza en personas que ya están diagnosticadas de enfermedad coronaria para valorar la situación de su cardiopatía. El ecocardiograma de estrés no produce, habitualmente, efectos negativos importantes sobre la salud del paciente. No es raro que provoce molestias ligeras, pero el riesgo de complicaciones serias es bajo.