La necesidad de la valoración cardiológica periódica de los atletas ha sido motivo de debate desde hace muchos años. Algunos autores dudan de la eficiencia de la valoración cardiológica en deportistas. Creen que los costes de un programa de valoración precompetición a nivel nacional serían elevados y los beneficios serían dudosos. Piensan esto por la baja incidencia de muerte súbita en los atletas, el potencial de descalificaciones innecesarias por falsos positivos, y el hecho de que la detección no elimina todas las muertes cardíacas en atletas jóvenes.
Programa italiano
En Italia, sin embargo, se implantó en 1982 un programa de evaluación anual previo a la participación en competiciones. Se incluyó una valoración cardiológica mediante historia clínica, exploración física y electrocardiograma. Gracias a estas evaluaciones, en la región italiana de Veneto hubo una disminución del 89% en la incidencia de muerte súbita en atletas durante los 21 años posteriores a la implantación del programa.
Además de prevenir la muerte súbita, el citado programa italiano ha permitido detectar afecciones que pueden representar una amenaza para la salud del atleta. Asimismo, la identificación de deportistas con enfermedades hereditarias ha conllevado la aplicación de medidas preventivas en la familia. Sin embargo, no se había valorado la eficiencia del programa de prevención italiano en cuanto al porcentaje de atletas descalificados y los costes de la evaluación.
Estudio sobre descalificación y costes
En julio de 2019 se publicó en Br J Sports Med un estudio sobre el rendimiento diagnóstico, las tasas de descalificación y los costes por atleta y diagnóstico del programa de evaluación precompetición en atletas durante 1 año de actividad en un gran centro de medicina deportiva del Sistema Nacional de Salud de Italia.
El citado estudio incluyó a 5.910 atletas consecutivos aparentemente sanos (61% hombres, edad media 15 ± 4 años). Se sometieron a la evalución precompetición anual realizada por un especialista en medicina deportiva. Dicha evaluación incluyó una historia clínica, examen físico, medición de peso, altura y presión arterial, prueba de agudeza visual, espirometría, analisis, electrocardiograma en reposo y prueba de esfuerzo. Si en esta evaluación se encontraron hallazgos anormales, los atletas fueron sometidos a investigaciones de segunda línea.
Durante un período de estudio de 12 meses, 5.326 (90.2%) atletas fueron autorizados para la competición después de una evaluación normal de primera línea. Mientras que 584 (9.8%) se sometieron a uno o más exámenes adicionales. De estos últimos, 88 (1.5%) fueron diagnosticados de una enfermedad cardiovascular (incluyendo 18 -0.3%- considerados en riesgo de muerte súbita). Mientras que 31 (0.5%) recibieron un diagnóstico de patología no cardiovascular. Un total de 32 (0.5%) atletas fueron descalificados temporalmente (n = 15) o permanentemente (n = 17) de los deportes competitivos. El coste promedio por atleta fue de 79€ . Consistió en 64€ (80%) para evaluaciones de primera línea y 15€ (20%) para investigaciones adicionales.
Conclusiones
Los costes de la citada evaluación precompetición no son iguales en todos los países. En la mayoría de ellos los precios de los estudios realizados son mayores que en Italia. Los costes relativamente bajos de la evaluación precompetición italiana se deben al número de profesionales implicados. La valoración de primera línea la lleva a cabo un solo médico con título de medicina deportiva.
Debido a la menor prevalencia de la enfermedad, el coste por diagnóstico fue más de tres veces mayor entre los niños (7-11 años) que entre los adolescentes (12-18 años). Este hallazgo, junto con el bajo riesgo de muerte súbita antes de la pubertad, plantea la duda de si se debe realizar la valoración precompentición en los niños.
En conclusión, el modelo italiano de evaluación precompetición de los atletas permite reducir la incidencia de muerte súbita y diagnosticar diferentes enfermedades sin un excesivo porcentaje de descalificación y con un coste aproximado de alrededor de 80€ por atleta.