La incidencia de parada cardiaca fuera del hospital puede llegar a ser de 170 personas por 100.000 habitantes. La supervivencia en estos casos suele ser inferior al 20%, fundamentalmente debido a que habitualmente no se aplican las medidas de reanimación cardiopulmonar.
Por este motivo ha habido desde hace ya algunos años una ascendente corriente de educación de la población sobre las actitudes inmediatas a tomar en caso de parada cardiaca. Se trata del entrenamiento en soporte vital básico, el cual se ha ido extendiendo a edades cada vez menores, llegando ya a la infancia. De esta forma, los niños también pueden salvar vidas.
Estos programas tienen el potencial de educar a generaciones enteras. De esta forma se podrá responder al paro cardíaco y aumentar la supervivencia de las personas que lo sufren fuera del hospital. Para ello será necesario desarrollar programas de educación sanitaria y declarar las correspondientes leyes que lo permitan.
Kids save lives
En un estudio publicado en mayo de 2023 en Circulation se revisó la literatura existente sobre la enseñanza de los escolares respecto al soporte vital básico. El objetivo fue identificar las mejores prácticas para proporcionar capacitación básica en soporte vital en los escolares.
El estudio se basó en una búsqueda bibliográfica exhaustiva, realizada por diferentes especialistas médicos. Se definieron los temas y subgrupos de revisión y se incluyeron aquellos estudios bien diseñados que incluían datos sobre estudiantes de menos de 20 años de edad.
En este estudio se encontró que los escolares están muy motivados para aprender soporte vital básico. Incluso, los niños pequeños a partir de los 4 años son capaces de valorar los primeros eslabones de la cadena de supervivencia. Entre los 10 y los 12 años de edad, se pueden lograr profundidades de compresión torácica y volúmenes de ventilación efectivos en maniquíes de entrenamiento.
Se recomienda una combinación de formación teórica y práctica. Los maestros de escuela sirven como instructores efectivos de soporte vital básico. Los escolares también sirven como multiplicadores al transmitir a otros las habilidades básicas de soporte vital. El uso de herramientas de redes sociales apropiadas para la edad para la enseñanza es un enfoque prometedor para escolares de todas las edades.
La formación en soporte vital básico de los escolares es posible y permite extender este tipo de educación a la infancia. Si se consigue la formación efectiva de los niños se podrá responder con eficacia a un paro cardíaco en la calle. Es necesario que aprendan los conceptos de reanimación cardiaca. Esto permitirá aumentar la supervivencia después de un paro cardíaco extrahospitalario.