El pulso irregular (a saltos) se produce cuando el tiempo entre los latidos cardiacos sucesivos es variable. Puede ser de aparición temporal (de duración más o menos larga) o permanente. Las causas del pulso irregular son múltiples.
Síntomas del pulso irregular
Las personas que tienen pulso irregular pueden no tener síntomas, encontrándose la arritmia al palparse el pulso. Sin embargo, la mayoría suele consultar por distintas molestias, siendo los síntomas más habituales las palpitaciones y el mareo. Algunos pueden presentar síncope o insuficiencia cardiaca.
El grado en el que las personas perciben las palpitaciones o el pulso irregular es muy variable. Algunas personas perciben pequeñas variaciones del ritmo cardiaco con una precisión inusual, mientras que otros se mantienen aparentemente impasibles ante episodios mantenidos de arritmia.
Al evaluar a un paciente con pulso irregular, hay que valorar algunos aspectos sobre las características del pulso, como son el modo de inicio y final de los episodios, su frecuencia y duración, la gravedad de los síntomas acompañantes y la frecuencia cardiaca (rápida o lenta). Estas características permiten hacer una aproximación inicial a la posible causa del pulso irregular. En estos casos, podemos encontrar diferentes tipos de arritmia y sus causas también pueden ser diversas.
Causas del pulso irregular
Al indagar sobre las posibles causas del pulso irregular, la historia farmacológica y alimentaria debe ser completa. Hay descongestivos nasales que son estimulantes adrenérgicos y provocan episodios de taquicardia. Las gotas oftálmicas que contienen betabloqueantes pueden producir bradicardia.
Los suplementos dietéticos, en particular los que contienen efedrina, provocan arritmias. Hay varios fármacos que afectan directa o indirectamente a la electricidad del corazón y producen arritmias. Determinadas enfermedades se asocian a arritmias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el hipertiroidismo, la pericarditis, la insuficiencia cardiaca o las miocardiopatías. Es importante conocer los antecedentes familiares, pues las arritmias hereditarias pueden ser graves.
Arritmia sinusal
El lugar de inicio del impulso eléctrico normal del corazón es el nodo sinusal, que se encuentra en la parte alta de la aurícula derecha. Desde este nodo, la electricidad se extiende por el resto del corazón para producir la contracción cardiaca. La frecuencia de despolarización del nodo sinusal viene determinada por la acción de ciertas hormonas que circulan en la sangre, sobre todo adrenalina, y de dos nervios: el simpático y el parasimpático.
El simpático hace que el corazón lata más deprisa, mientras que el parasimpático hace que vaya más lento. El equilibrio entre la acción de ambos nervios determina en gran medida el ritmo y la frecuencia cardiaca. En condiciones normales, la frecuencia cardiaca va variando cíclicamente con la respiración, de manera que aumenta con la inspiración y disminuye con la espiración.
Por ello, al tomar el pulso a una persona normal, notaremos que la frecuencia del mismo varía entre la inspiración y la espiración. En algunas personas esta variación es muy manifiesta y muestran un pulso irregular. Esto es lo que se denomina «arritmia sinusal, respiratoria o fisiológica», que es más frecuente en niños y no tiene significado patológico, por lo que no se le da importancia y no requiere tratamiento.
Extrasístoles
En la mayoría de los casos en los que se encuentra pulso irregular en una persona, se trata de extrasístoles (auriculares o ventriculares). Las extrasístoles son estímulos eléctricos del corazón que se generan antes que el estímulo normal y dan lugar a latidos adelantados (también se les denomina «complejos prematuros»).
En la mayoría de los pacientes, las extrasístoles son asintomáticas y se descubren por casualidad. Algunas personas con extrasístoles refieren palpitaciones, otras «vuelcos» del corazón y, en otros casos, se sienten como «paros» momentáneos del corazón.
Fibrilación auricular
La arritmia que más típicamente produce pulso irregular es la fibrilación auricular, en la que la electricidad del músculo de las aurículas está totalmente desorganizada y surgen múltiples estímulos eléctricos que llegan irregularmente a los ventrículos.
Esta arritmia suele producir taquicardia, por lo que se observa un pulso rápido e irregular. En algunos pacientes, sin embargo, sobre todo en aquellos con bloqueo cardiaco o que reciben ciertos fármacos antiarrítmicos, la frecuencia cardiaca puede ser normal e, incluso, lenta. Pero el pulso generalmente es irregular. Las personas con fibrilación auricular deben ser estudiadas y tratadas por un cardiólogo, ya que esta arritmia puede tener consecuencias importantes.
Bloqueo auriculoventricular
Otras arritmias rápidas que pueden cursar con pulso irregular son las taquicardias originadas en las aurículas que se acompañan de algún grado variable de bloqueo aurículoventricular. En estos casos, los estímulos auriculares son regulares, pero el bloqueo permite que pasen solo algunos a los ventrículos, de manera que el ritmo ventricular es irregular. Es lo que ocurre en el flutter auricular con conducción variable y en las taquicardias auriculares con bloqueo aurículoventricular.
Los pacientes con ritmo auricular normal, pero con bloqueo aurículoventricular, también pueden presentar pulso irregular. En este caso, los latidos auriculares son regulares, pero si el bloqueo corta el paso solo a algunos estímulos, el pulso puede ser irregular. Es lo que ocurre en el bloqueo aurículoventricular de segundo grado, en el cual algunos estímulos auriculares pasan a los ventrículos, mientras que otros se bloquean.
Manejo del paciente con pulso irregular
Toda persona que presente pulso irregular debe ser estudiado desde el punto de vista cardiológico. Habitualmente, se le realizará un electrocardiograma, ecocardiograma y Holter. El tratamiento dependerá de la arritmia que se descubra.
Algunas de estas arritmias, como las extrasístoles, no suelen requerir tratamiento. Otras, sin embargo, pueden precisar medidas importantes, bien con fármacos o con procedimientos invasivos (ablación). Las taquiarritmias pueden controlarse con medicamentos antiarrítmicos, aunque algunas puede requerir la ablación. En la fibrilación auricular hay que valorar la indicación de un antiarrítmico y un anticoagulante. En el caso del bloqueo AV de segundo grado, puede ser preciso la implantación de un marcapasos.