Un estudio realizado en Illinois, Estados Unidos, y publicado en noviembre de 2017 en Mayo Clinic Proceedings, sugiere que practicar más de 7 horas y media de ejercicio físico a la semana aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular. Según este estudio, el ejercicio físico excesivo llega a duplicar la probabilidad de sufrir ateromatosis coronaria y las consecuentes complicaciones cardiovasculares. Por ello, es importante destacar el riesgo de ateromatosis por ejercicio físico excesivo.
El objetivo del estudio fue evaluar las trayectorias de la actividad física a lo largo de 25 años de jóvenes hasta sus edades medias de la vida y valorar las asociaciones con la prevalencia de calcificación en las arterias coronarias detectada mediante tomografía computarizada.
Resultados
El estudio incluyó a 3.175 participantes de 18 a 30 años de edad entre 1.985 y 2.011. Los participantes se dividieron en 3 grupos: los que dedicaban menos de 150 minutos semanales a la práctica de ejercicio físico, los que lo hacían entre 150 y 450 minutos, y los que dedicaban más de 450 minutos semanales.
Los participantes que hacían ejercicio físico durante más de 450 minutos a la semana, tuvieron un 27% más de ateromatosis coronaria y algunos sufrieron angina o infarto de miocardio. Cuando se realizó el análisis según la raza de los participantes, se observó que los de raza blanca tenían un 86% más de riesgo, mientras que los de raza negra no tenían mayor probabilidad de desarrollar enfermedad coronaria.
El estudio comentado aquí demuestra que demasiado tiempo de ejercicio físico puede llevar a la aparición de ateromatosis en individuos de raza blanca. La causa de esto se desconoce, pero es posible que el ejercicio excesivo y continuado suponga un estrés o sobrecarga sobre la pared de las arterias, las cuales reaccionan desarrollando ateromatosis. Tampoco se conocen los motivos por los que este hecho se produce solo en personas de raza blanca. Será necesario realizar nuevos estudios que permitan conocer más este fenómeno y las diferencias raciales.
Conclusiones
Las consecuencias cardiovasculares negativas del ejercicio físico excesivo ya se habían observado en estudios previos. En algún estudio se ha planteado la duda de si el aumento de la intensidad del ejercicio físico entre los individuos mejor capacitados reduce la mortalidad. Sin embargo, se ha observado que la curva de mortalidad según el nivel de ejercicio físico tiene forma de U, indicando que el ejercicio de ligero a moderado (con respecto a la duración total, frecuencia e intensidad), se traduce en el mayor beneficio, mientras que el sedentarismo y la realización de ejercicios agresivos tienen tasas de mortalidad más altas.
El entrenamiento a alta intensidad produce dilatación del corazón, así como hipertrofia y fibrosis del miocardio. Cuando estos cambios se encuentran en un deportista, es frecuente considerarlos secundarios al entrenamiento y no darles demasiada importancia. Sin embargo, se dan casos de deportistas con estas alteraciones que terminan sufriendo muerte súbita.
