El café es una de las bebidas más comúnmente consumidas en todo el mundo. Diversos estudios han investigado la asociación entre el café y los riesgos de varias enfermedades. Sin embargo, no todo es negativo, ya que hay datos también positivos. Por ello, es importante conocer los riesgos y beneficios del café.
Beneficios del consumo de café
El consumo de café se ha asociado con la disminución del riesgo de desarrollar diabetes mellitus, cáncer de hígado, cáncer de endometrio, cáncer de próstata, carcinoma basocelular de la piel, enfermedades neurológicas, así como con el riesgo de enfermedad cardiovascular cuando se consume con moderación.
La asociación entre el consumo de café y la mortalidad también ha sido investigada. Diversos estudios han demostrado una asociación positiva entre el consumo moderado de café y el riesgo de mortalidad. Sin embargo, otros estudios no han encontrado esta asociación; incluso en alguno se ha observado un mayor riesgo de mortalidad con el consumo de importante cantidad de café. Tomados en conjunto, el resultado global es que el consumo moderado de café no aumenta la mortalidad.
Los estudios más recientes, en los que se ha incluido a un gran número de participantes, demuestran que el consumo moderado de café se asocia con menor riesgo de mortalidad. Incluso, se ha observado que un alto consumo de café no se asocia con mayor riesgo de mortalidad.
Los efectos beneficiosos del café han sido observados también con el café descafeinado. El consumo moderado de café descafeinado se ha asociado a un menor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes. Esto se puede justificar por el contenido de sustancias saludables tanto en el café original como en el descafeinado.
Numerosos estudios han demostrado que el consumo de café se asocia con menor riesgo de diabetes mellitus. Hay varios mecanismos biológicos que podrían explicar esta observación. El ácido clorogénico, los lignanos, el magnesio y otros componentes del café reducen la resistencia a la insulina y tienen efecto antiinflamatorio. Además, el ácido clorogénico disminuye la absorción de glucosa en el intestino, el estrés oxidativo y la liberación de glucosa del hígado.
Los resultados de diversos estudios muestran similares asociaciones del consumo de café con cafeína y el descafeinado con el riesgo de mortalidad total y mortalidad por diferentes enfermedades, tanto en la población general como en fumadores, lo que demuestra que los otros componentes del café pueden jugar un papel beneficioso en la asociación entre el consumo de café y el riesgo de mortalidad.
Riesgos del consumo de café
Sin embargo, los resultados comentados se han observado con el consumo de café a largo plazo, pero no a corto plazo. Diferentes estudios han demostrado que la cafeína puede agudamente aumentar la presión sanguínea, afectar adversamente la rigidez arterial y alterar la función del endotelio. Otros estudios han mostrado que el consumo de café aumenta el riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular isquémico y muerte cardiaca súbita. La cafeína también puede favorecer la aparición de arritmias y la descompensación de la insuficiencia cardiaca. Todavía es difícil diferenciar los efectos agudos del consumo de café de los efectos a largo plazo.
Es importante también destacar el efecto de la cafeína sobre la respuesta cardiovascular durante el ejercicio físico. La cafeína puede aumentar la frecuencia cardiaca y la presión arterial, por lo que no es muy recomendable beber café o bebidas con cafeína para la práctica deportiva.
En conclusión, el consumo regular de café se asocia con un menor riesgo de mortalidad total y mortalidad atribuida a enfermedad cardiovascular y enfermedad neurológica. Se encuentran similares asociaciones con el consumo de café original que con el descafeinado respecto al riesgo mortalidad total y de causa específica. Los resultados conjuntos de los estudios indican que el consumo de café puede ser incorporado al estilo de vida saludable. Sin embargo, debe considerarse cada caso, sobre todo en personas con hipertensión arterial descontrolada, enfermedad coronaria inestable o con arritmias severas.