Diversos estudios han demostrado una relación significativa entre los suplementos de calcio y riesgo cardiovascular. El calcio es el componente básico de la mineralización del hueso y es el principal responsable de la correcta salud ósea. La vitamina D también es crucial para el correcto metabolismo de los huesos.
Por ello, los pacientes con enfermedades óseas, sobre todo osteoporosis, suelen recibir tratamiento con suplementos de calcio y vitamina D. Sin embargo, en algunos estudios se ha observado que los suplementos de calcio pueden favorecer la calcificación de las arterias, lo que es un factor de riesgo cardiovascular.
La vitamina D y el calcio no solo contribuyen al buen estado de los huesos, sino que también preservan la salud muscular, por lo que reducen el riesgo de caídas y fracturas. Tanto el déficit de vitamina D como de calcio dan lugar a pérdida de la mineralización ósea. Sin embargo, algunos estudios han mostrado resultados controvertidos con respecto a la asociación entre la densidad mineral ósea y el estado en el organismo de la vitamina D y el calcio.
Calcio y riesgo cardiovascular
La mayoría de los estudios muestran un efecto positivo de los suplementos de calcio y vitamina D sobre el hueso en pacientes con osteoporosis. Estos suplementos han sido objeto de debate sobre los posibles efectos secundarios en el sistema cardiovascular. Desde hace años ha habido controversia sobre si los suplementos de calcio realmente aumentan el riesgo de calcificación arterial y sus complicaciones.
El calcio no solo interviene en el metabolismo del hueso, sino que también participa en otros múltiples mecanismos celulares. Así, se sabe que el calcio es fundamental para la contracción muscular. Tanto de los músculos esqueléticos como de la musculatura de la pared de los vasos sanguíneos y del corazón. Está demostrado que los suplementos de calcio ayudan al control de la presión arterial. Esto supone un beneficio desde el punto de vista cardiovascular.
A pesar de estos efectos beneficiosos del calcio, en múltiples estudios se ha observado que la ingesta de calcio se relaciona con el riesgo cardiovascular. Sin embargo, esta asociación no se ha encontrado en todos los estudios. Incluso, en algunos de ellos se ha observado que el aumento en el riesgo cardiovascular y la mortalidad se asocia con los suplementos de calcio, pero no con la ingesta de calcio en la dieta. Por lo tanto, en general se admite que la ingesta de calcio en la dieta es segura en comparación con los suplementos de calcio.
Calcio y calcificación arterial
La ingesta de calcio se ha asociado con la calcificación de las arterias coronarias, la cual se considera un importante factor de riesgo cardiovascular, ya que aumenta la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio. Sin embargo, no todos los estudios arrojan los mismos resultados. En muchos de ellos se ha observado que la ingesta de cantidades adecuadas de calcio no favorecen la calcificación coronaria.
No solo la calcificación coronaria se ha asociado a la morbilidad y mortalidad cardiovascular, sino también se ha observado con la calcificación de otros lechos vasculares, sobre todo la aorta torácica y abdominal, y la arteria mamaria. Además, esta asociación puede variar según las capas de la pared arterial que sufren la calcificación. Por otro lado, se sabe que estas calcificaciones se relacionan con alteraciones locales y factores sistémicos como la inflamación y los trastornos metabólicos. Estos pueden dar lugar a una propensión a la calcificación más general.
Suplementos de calcio
Dado todo lo comentado, la mayoría de los autores están de acuerdo en que los suplementos de calcio mejoran la salud de los huesos y no aumentan significativamente el riesgo cardiovascular. Sin embargo, en pacientes con enfermedad arterial o valvular, o con importantes factores de riesgo cardiovascular (diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia), no existe total acuerdo sobre si los suplementos de calcio pueden empeorar la situación. Algunos datos sugieren un aumento significativo en la calcificación arterial con la ingesta de suplementos de calcio.
Por lo tanto, la suplementación de calcio debe indicarse si existe osteoporosis u otra patología ósea que lo requiera, pero los pacientes deben ser vigilados desde el punto de vista cardiológico, para detectar a tiempo el posible comienzo de la calcificación arterial y, así, reducir sus consecuencias, sobre todo la mortalidad cardiovascular. Además, es importante aclarar que los suplementos de calcio pueden ser excesivos e innecesarios, por lo que deben estar correctamente indicados. Por otro lado, es preferible aumentar la ingesta de calcio en la dieta mediante alimentos ricos en calcio que usar suplementos.
Actualmente no existe una técnica estándar para detectar la propensión a desarrollar calcificaciones arteriales futuras. Se suele utilizar la tomografía computarizada para diagnosticar la calcificación vascular existente. Se sabe que existe una predisposición genética para el desarrollo de calcificación arterial. Por lo tanto, los estudios genéticos podrán en el futuro informar sobre la propensión a la calcificación vascular. También se están investigando ciertas determinaciones analíticas en suero que podrían permitir estimar la predisposición de cada individuo a desarrollar calcificación en las arterias.