tomografía computarizada coronaria

Tomografía computarizada coronaria

Pruebas

La tomografía computarizada (TC) coronaria es una técnica diagnóstica que utiliza rayos X y contraste intravenoso para obtener unas señales que, una vez procesadas por ordenadores, son transformadas en las imágenes de las arterias coronarias. Estas arterias nacen en la raíz de la aorta y se distribuyen por la superficie del corazón, dando ramas que penetran en la pared del mismo para llevar la sangre al miocardio. Es una técnica no invasiva que aporta información sobre la circulación coronaria y la eventual presencia de obstrucciones en estas arterias.

La TC coronaria proporciona información muy útil en la evaluación y manejo de los pacientes con enfermedad coronaria. Asimismo, la mejora tecnológica que se ha conseguido en los últimos años y el bajo riesgo de la prueba, han llevado a que sea recomendada por las más importantes guías de práctica clínica como la técnica de elección en el diagnóstico de las personas con riesgo bajo o intermedio de enfermedad coronaria.

El precio de una TC coronaria varía según el centro médico u hospital donde se realice. Podemos obtener un precio aproximado consultando en «salud on net» la especialidad de «Radiodiagnóstico».

 

Tecnología

Las imágenes obtenidas por la tomografía arterial se basan en que se administra por vía intravenosa un contraste opaco a los rayos X, lo que permite delinear el conducto interno de las arterias. El mayor inconveniente de la TC coronaria es el movimiento del corazón y el producido por la respiración. Esto se ha podido resolver gracias a que se utiliza la sincronización mediante electrocardiograma y a que la tecnología permite que las secuencias se obtengan lo suficientemente rápidas para reducir el artefacto del movimiento. Además, la adquisición de las imágenes es segmentada (cada una proviene de varios ciclos cardiacos y luego se reconstruyen) y se obtienen en apnea (conteniendo la respiración). Asimismo, al paciente se le indica, desde varios días antes, una dosis de un fármaco que enlentece la frecuencia cardiaca. Con todas estas medidas, las imágenes obtenidas suelen ser de buena calidad para la valoración del árbol coronario.

 

Procedimiento de la TC coronaria

El paciente debe saber que un estudio de TC coronaria suele durar entre 15 y 30 minutos, aunque puede durar algo más si el pulso no es lo suficientemente lento y estable, y si se requiere la administración de alguna medicación. Se le colocará en una camilla y se le pegarán en el tórax los electrodos del electrocardiograma. Inmediatamente, se procederá a la canulación de una vía venosa en un brazo. Por esta vía, se administrará el contraste obligatorio para la prueba. También es posible que sea necesario administrar alguna medicación para mejorar la calidad de las imágenes. Durante la adquisición de las imágenes, se le pedirá al paciente que no se mueva y que contenga la respiración.

 

Riesgos

En la mayoría de los casos, la prueba se termina sin complicaciones. Los riesgos mayores son la alergia al contraste, la insuficiencia renal y los efectos de la radiación. Las reacciones alérgicas suelen ser ligeras, pero en algunos casos pueden producirse reacciones severas, aunque el personal está entrando y equipado para resolver estas situaciones. La insuficiencia renal es rara y suele ocurrir en personas con problemas renales previos; en todo caso, suelen ser episodios transitorios de empeoramiento de la función renal, que se resuelven espontáneamente o aplicando algunas medidas de tratamiento. Los efectos de la radiación no suelen observarse, dado que las dosis de la misma son relativamente bajas; sin embargo, hay que recordar que existe la posibilidad de desarrollar algunos tipos de cáncer cuando el individuo es sometido a exploraciones radiológicas repetidas. Asimismo, debe tenerse en cuenta que, en principio, la administración de contraste y los rayos X están contraindicados en las mujeres embarazadas y durante la lactancia.

 

Indicaciones de la TC coronaria

La principal indicación de la TC coronaria es la visualización de las arterias coronarias, lo que anteriormente solo se conseguía mediante cateterismo cardiaco. Por lo tanto, está indicada en aquellas personas que tienen un riesgo bajo o intermedio de obstrucciones coronarias. Si el paciente muestra datos (por síntomas, electrocardiograma, ecocardiograma o prueba de esfuerzo) que sugieren una alta probabilidad de enfermedad coronaria, lo indicado es el cateterismo cardiaco. Sin embargo, si los síntomas o las pruebas son dudosas, es preferible la TC coronaria, ya que es un procedimiento más fácil de realizar y tiene un riesgo menor de complicaciones.

La TC coronaria permite ver si hay estrecheces de las arterias coronarias (generalmente causadas por ateromatosis). Sin embargo, también es útil para valorar el grado de calcificación de la pared de las arterias, el cual se relaciona directamente con el riesgo de complicaciones cardiovasculares, sobre todo infarto de miocardio. Además, en el mismo procedimiento es posible valorar el estado de la aorta y de las arterias pulmonares, pudiéndose así diagnosticar dilatación aórtica o embolia pulmonar.